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Redacción Melo |
INTRODUCCIÓN
La inserción según el Licenciado Melo Luciano en el ámbito organizacional, desde el ejercicio del rol pre- profesional, se debe encontrar guiado, por una teoría que nos permite contar con las herramientas conceptuales fundamentales y necesarias para levar a cabo dicho abordaje.
A través del presente marco teórico, se aborda el fenómeno organizacional, a partir de las siguientes categorías teóricas; Organización, Grupo e Individuo, analizados teniendo en cuenta la noción de situación, con la finalidad de comprender los fenómenos que transcurren en el ámbito organizacional.
Para la elaboración del presente documento se tomo las diferentes perspectivas de los autores como; Lucia Garay, Lidia Fernández, Fernando Ulloa, Leonardo Schvartein, Edgar Schein y Carlos Fumagalli.
Desarrollo
Nivel Ontológico: (Nivel lógico de pensamiento)
Define al ser del objeto, en este caso, aquello relacionado con la singularidad y especificidad de las organizaciones respecto de otros ámbitos de interacciones sociales. Se encuentra aquí los distintos abordajes que proponen diferentes disciplinas como la sociología, la antropología, la administración, el psicoanálisis, la psicología social.
Se trata de enfoques que debieran ser complementarios, no excluyentes, determinados por perspectivas específicas que constituyen la razón de ser (racionalidad) de cada una de ellas. Según el caso, lo determinante será la interacción en la psicología social; la cultura en la antropología o la utilización de recursos en la administración. De allí la polisemia del término organización y de todo lo que en ella transcurre: es posible asignar variedad de significados al mismo significante, lo que introduce la necesidad de reconocer cuál es el significado situacionalmente más adecuado. Esto último tiene connotaciones determinantes para la metodología de la intervención, ya que no es lo mismo analizar un conflicto considerándolo como analizador de una cultura que intenta resolverlo recurriendo a los estatutos que instituyen la organización. Es dable aquí preguntarse por la complementariedad o el antagonismo de las distintas disciplinas, lo que llevaría a establecer distinciones entre lo multidisciplinario, lo interdisciplinario y lo trasdisciplinario.
Schvarstein propone el concepto de identidad para la categorización ontológica de las organizaciones. Se trata de una construcción del observador que intenta reflejar así cuáles son los rasgos que las convierten en singulares y por lo tanto, distinguibles.
Es necesario para una futura inserción pre-profesional tener en claro que entendemos por institución, para luego introducirnos en el objeto de análisis: la organización.
El autor Carlos Fumagalli, con respecto al concepto de instituciones, nos aporta, dos conceptualizaciones que se deben considerar: una en sentido amplio, que hace referencia a las instituciones como “el sistema de reglas, normas, pautas, valores que hacen a la regulación de la conducta humana”, que involucra a todas las instituciones sociales que hacen a la regulación de la conducta y otra en sentido restringido, que es equivalente a organización. Según Schvarstein realiza una distinción entre institución y organización, expresa que INSTITUCIÓN es el “cuerpo normativo jurídico- cultural compuesto de ideas, valores, creencias y leyes que determinan las formas de intercambio social. Se relaciona con el Estado que hace la ley y desde este punto de vista está presente en los grupos y en las organizaciones.
Desde una perspectiva psicoanalítica, Ulloa, cree adecuado designarlas como organizaciones institucionales, ya que es un concepto ambiguo, pues tanto puede “designar un proceso de institucionalización en el sentido de racionalizar y estabilizar conductas inicialmente del predominio emocional, como designar una organización social con el alcance que tiene habitualmente el término, o sea, un organismo con una geografía y una ordenación del tiempo, y de las responsabilidades, con objetivos a alcanzar y medios racionales para tal fin. Todo regulado por un código y por normas de naturaleza implícita y explicita”.[1]
Para Schvarstein el concepto de ORGANIZACIÓN, es el lugar donde las instituciones se materializan y desde donde tienen efectos productores sobre los individuos operando tanto sobre sus condiciones materiales de existencia como incidiendo en la constitución de su mundo interno. Son mediatizadoras en la relación entre institución y sujeto.
Se puede inferir que la definición de Schvarstein sobre las instituciones, como abstracciones, reglas no conscientes, se encuentran presentes en todos los grupos y organizaciones, por ser el lugar donde se plasma el orden social establecido. Así se puede entender la relación de reciprocidad existente entre institución y organización y que a su vez se encuentran articuladas por dos tipos de relaciones; atravesamiento y transversalidad.
Podemos analizar (siguiendo a Schvarstein) que una de las características que presentan las organizaciones es que están atravesadas por varias instituciones, estas últimas determinan en forma vertical, imponiendo límites y condicionamientos a la capacidad de la organización de crear sus propias normas. Las organizaciones que a la dimensión vertical puedan adicionar la existencia de una transversalidad, teniendo en cuenta sus coherencias internas y mostrando su capacidad instituyente para cambiar lo instituido o lo establecido socialmente, se denominan organización – sujeto, a diferencia de las organizaciones que muestren un fuerte atravesamiento, se las denominarán organizaciones-objeto.
El objeto de análisis e intervención en el presente documento es la organización, la relación dialéctica entre organización –institución, no como una relación unidireccional sino como reciproca, en donde es posible el cambio de lo instituido socialmente.
En palabras de Schvartein las organizaciones definida como “el lugar donde aquélla (instituciones) se materializan y desde donde tienen efecto productores sobre los individuos…” Podemos mencionar organizaciones como establecimientos que se les asigna una finalidad social determinada por las instituciones.
Por otra parte, el autor Fernando Ulloa, aporta el concepto de Organizaciones Institucionales como “un organismo con una geografía y una ordenación del tiempo y de las responsabilidades, con objetivos por alcanzar y medios adecuados a tal fin, todo regulado por un código y por normas explicitas e implícitas” (1996:2). El autor expresa que la forma de organización de éstas, es en base a tres distribuciones: del espacio geográfico, del tiempo y de las responsabilidades y roles. Y a parir de estas distribuciones, articulaciones que definirá como puntos de contacto entre lo que se hace, tarea concreta que se realiza para lograr el objetivo institucional; dónde se hace, haciendo referencia al espacio y el tiempo en el que se hace. Ulloa nombrará la existencia de fractura las distorsiones en las articulaciones que generan tensiones provocando que las articulaciones no funcionen se cristalizan las distorsiones dentro de la organización.
Siguiendo el análisis que propone Fernando Ulloa para entender la dinámica de las organizaciones institucionales, ciertos observables que lo constituyen los diferentes movimientos que se dan dentro de las organizaciones. Es inferible a través de la historia el primer movimiento, no se puede reducir a un observable y esta originado en el interjuego de dos tendencias contrapuestas; integración y dispersión a lo largo de toda la historia de la institución (organización-desorganización). A- En toda institución existe una tendencia a la integración que se da desde el principio entro los diferentes núcleo pre institucionales, (socios fundadores) en proyectos comunes. Estos núcleos en un proyecto común pueden dar “más tarde” una posibilidad a una tendencia de dispersión, producto del crecimiento de la organización.
B- Las tendencias contrapuestas del proceso de institucionalización, tienen su correlato en el interjuego, que puede formularse con la siguiente expresión; las instituciones reflejan y dramatizan el contexto en el que están incluidas y, a su vez, tienden a modificar ese contexto. La materialización de esta situación, que representa la circulación entre la organización institucional y la comunidad, está dada por el intercambio materia prima-producto manufacturado. Es decir se tomará en cuenta, como indicar de una alteración del movimiento, la efectividad en la relación a los objetivos explícitos y posibles de la organización. Esta circulación anterior supone una circulación intra-institucional, representado por modalidades, formas, y niveles de comunicación, entre los distintos tipos de elementos del cuerpo de la institución. Se pretende analizar, las diferentes formas de comunicación, que presentan diversas modalidades que el autor lo denomina clandestinidad.
La estructura institucional representa para el sujeto que la integra, un objeto real con normas formales y espontáneas para la utilización del espacio, del tiempo, y de las responsabilidades, objeto con el cual mantiene una relación explícita de manera racional, a través del desempeño de su rol, el sujeto mantiene con la institución una vinculación implícita con la organización.
Por otra parte, Leonardo Schvarstein aporta metaconceptos, como identidad, autonomía y estructura que nos permitirá realizar un análisis y una descripción de la dinámica organizacional.
La identidad la utiliza el autor para la caracterización ontológica de las organizaciones, intenta reflejar cuales son los rasgos que la convierten en singulares y por lo tanto, distinguibles. Todas las organizaciones poseen una identidad definida, la cual es invariante. Es de destacar el autor hace una distinción entre identidad esquema e identidad construcción, la primera es la compartida con las organizaciones de la misma rama de actividad, mientras que la segunda hace referencia a la identidad que construye la organización para lograr su propia individualización. Al presentarse la identidad como una representación, se puede hablar de endoidentidad si la percepción proviene de alguno de los integrantes de la organización, mientras que si deriva de un observador exógeno habrá exoidentidad.
[1] Ulloa, Fernando. Psicología de las Instituciones. Revista AAPA. Bs. As. Tomo XXVI. 1969.
Elecciones nacionales, territorios políticos.
Clarín
15 Jul 2019
Licenciado: Luciano Melo
Existen hoy los universos fragmentados, micro intereses de sectores a los cuales va el mensaje. Muchos políticos quieren volver al siglo XX en nociones cerradas y universalmente válidas para todos los tiempos. Se han fragmentado las dinámicas sociales, se ha vuelto infinita la información, lo cual genera diversos universos en un mismo mundo, la tecnología que acelera acontecimientos y vuelve más laxas las conexiones sociales. Hoy todo es posible por el big data o el gran volumen de datos... pero los que lo analicen cometen el error que la gente no dice toda la verdad a través de las redes.
Desde mi punto de vista la revolución tecnológica produce que se evite la construcción de mayorías hegemónicas tradicionales y se condiciona de un modo estructural al desarrollo de las expresiones políticas tradicionales. El desafío de la política debería ser cómo construir un interés común básico, de baja intensidad, un acuerdo mínimo que todavía no aparece, un interés que contenga a todos desde la libre expresión y opinión. Pero todavía son necesarios los territorios políticos; no se puede triunfar en las elecciones sin ellos.
Las telefónicas comienzan a cerrar la aplicación ante el requerimiento del juzgado
Los edificios con elementos móviles permiten modificar los espacios de la viviend. Un joven podría comprar un apartamento, ampliarlo al casarse y tener hijos, y volver a reducirlo al quedar solo en el final de sus días.
Gestor del caos, sastre de nanotejidos... trabajos que aún no existen pero usan las matemáticas y la imaginación, los elementos que construyen los empleos del futuro